INTRODUCCIÓN
La Universidad Pública de Navarra cuenta con cerca de 8000 estudiantes matriculados. Alrededor de 7000 de ellos acuden diariamente al Campus de Arrosadía. Este se encuentra situado en la Calle Cataluña, en la periferia de la capital Navarra, lo cual supone que haya que hacer uso de un medio de transporte para acudir al campus.
Uno de estos medios es el Transporte Urbano Comarcal, cuyas líneas 1, 6 y 9 tienen como final de su recorrido la puerta del edificio del Aulario (lugar donde tiene lugar la docencia en la UPNA). Es por ello que muchos alumnos optan por su utilización como parte de sus hábitos estudiantiles al ser el medio más económico, adecuado para largos trayectos y respetuoso con el medio ambiente.
A pesar de parecer la opción más atractiva, un alumno que quiera llegar desde su lugar de residencia hasta la Universidad puede encontrarse numerosos inconvenientes en la utilización del Transporte Urbano Comarcal. A título enunciativo, pero no limitativo, estos inconvenientes son: la incompatibilidad de los horarios del transporte y la entrada a clases, pérdida de tiempo en los trayectos, y aglomeraciones dentro de los autobuses.
Es, por todo ello, que desde Parlamento Joven de Navarra/Nafarroako Gazte Parlamentua realizamos la siguiente propuesta dirigida a la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona como entidad instrumental con competencias en materia de Transporte Urbano Comarcal.
SITUACIÓN ACTUAL, DEFINICIÓN DEL PROBLEMA Y OBJETIVOS
A día de hoy, son tres las líneas que conectan el centro de la ciudad con el Aulario de la Universidad Pública de Navarra (UPNA); la 1, la 6, y la 9. Tanto la línea 1 como la 6 tienen prevista su llegada al Aulario a en punto de cada hora, y la 9 la tiene programada dos minutos después que aquellas. El grueso del alumnado que utiliza el Transporte Urbano Comarcal para trasladarse hasta la UPNA parte desde la Plaza de las Merindades.
Las clases de casi la totalidad las titulaciones de la UPNA empiezan a en punto. La inmensa mayoría de las que tienen asignados turnos de mañana, con pocas excepciones, comienzan la jornada a las 10:00, coincidiendo con la hora de llegada estimada de las líneas 1 y 6. Sin embargo, debido al tráfico y a la saturación de personas que sufren estas villavesas, las tres líneas tienden a retrasarse entre dos y cinco minutos.
Todo ello provoca que cada vez sean más los y las estudiantes que recurren a transporte privado, aumentando, a su vez, el tráfico en la entrada a la UPNA y consecuentemente el mayor nivel de emisiones y contaminación.
Más allá de la incomodidad que supone viajar en villavesas saturadas y de la cada vez más habitual posibilidad de quedar fuera de la misma, supone retrasos en la entrada en las aulas que, en función del docente, pueden suponer incluso la imposibilidad de asistir a la clase. La alternativa que existe actualmente es salir con mayor antelación y tratar de llegar al trayecto anterior.
Número de línea | Hora en la que los alumnos deberían coger la villavesa en la Plaza de las Merindades/ Calle Amaya para asegurarse su
puntualidad (hora de entrada a clases 8:00) |
Hora en la que los alumnos deberían coger la villavesa en la Plaza de las Merindades/ Calle Amaya para asegurarse su
puntualidad (hora de entrada a clases 10:00) |
LÍNEA 1 | 7:26 | 9:26 |
LÍNEA 6 | 7:27 | 9:27 |
LÍNEA 9 | 7:32 | 9:32 |
En el caso de la línea 1, esto supone estar presente en la Plaza de las Merindades a y 26 minutos; en el de la línea 6, a y 27 en la Calle Amaya, junto a la Plaza; y en el de la 9, a y 32 minutos. Para la mayoría de alumnos y alumnas, que no residen en el centro sino en barrios de la periferia, ello implica realizar el primer trayecto en la villavesa anterior a la acostumbrada, o incluso dos turnos antes. Aun si lo hicieran, perderían otro cuarto de hora en la universidad antes de que empezaran las clases.
Para ilustrar mejor lo que se trata de explicar, tomemos como ejemplo el caso de un alumno o alumna que ha de trasladarse desde Zizur Mayor hasta la Universidad Pública de Navarra todos los días. Si pretende llegar puntualmente al comienzo de las clases a las 10:00, no puede perder el traslado en la línea 9 que parte de la Plaza de las Merindades a las 9:32. La línea 18, que conecta la Urbanización de Zizur Mayor con el centro de Pamplona, tiene un trayecto con hora de llegada a la Avenida Baja Navarra nº14 (la más cercana a la Plaza) a las 9:28. Si el o la estudiante quiere incorporarse a ese viaje de la línea 18, debe tomar la villavesa, como muy tarde, a las 9:07, en la rotonda de salida de la Ronda San Cristobal, la última parada en su municipio. Es decir, para estar presente a las 10:00 en la Universidad, debe invertir 53 minutos de viaje a diario. 53 minutos para cubrir una distancia de 7,3 kilómetros, que en automóvil no excederá de los 10 o 15 minutos. Visto esto, no cabe duda de por qué cada vez más personas optan por esta segunda opción. Lo mismo que ocurre en el caso de Zizur es aplicable a los demás municipios de la Comarca de Pamplona.
No se trata sólo del coste de tiempo para los/las estudiantes en el trayecto y la espera una vez en la Universidad, que fuerza o motiva a muchos/as usuarios y usuarias a utilizar sus vehículos personales; sino, ante todo, del absurdo de que tres líneas distintas tengan programados trayectos que arriban en la Universidad pocos minutos después de iniciadas las clases.
Esto no ocurre únicamente con las líneas 1, 6 y 9. Aunque la propuesta que se firma hace referencia hacia la UPNA, el Parlamento Joven de Navarra es consciente de que existen problemáticas parecidas en el Transporte Urbano Comarcal que deberían ser revisadas.
Por ejemplo, las líneas 17 y 25 pasan por Mutilva cada 20 minutos pero lo hacen con una diferencia de dos minutos entre ellas. La línea 22, Lezkairu-Merindades, tiene programada su llegada a Merindades a cada hora y 3 minutos o a la hora y 33 minutos. Sin embargo, la mayoría de la gente que trabaja en el centro entra a trabajar a en punto o a y media. Cambiando 10 minutos el horario la gente llegaría al trabajo en hora y se fomentaría el uso de la línea.
PROPUESTA EN CLAVE DE SOLUCIÓN
Ante esta situación, creemos viables y válidas para resolver varios o incluso todos los problemas que se plantean diversas soluciones. Nos hubiera gustado contar con datos cuantitativos que nos ayudasen a decidir cuál de las distintas opciones es la que mejor solventa el problema, pero, al no disponer de los mismos, hemos optado por enumerar las distintas opciones para que, una vez se disponga de los datos, se pueda seleccionar la que mejor se adapte.
La primera de ellas, quizá la más evidente y con menores costes, es reajustar los horarios previstos de llegada a la Universidad, adelantando aproximadamente cinco minutos la hora de llegada estimada para las líneas 1 y 6 (de manera que se encuentren la Universidad a menos cinco minutos, en vez de a en punto), y otros cinco la línea 9 (con objeto de que llegue a la Universidad a menos tres minutos, de manera que constituya también una alternativa para quienes se retrasan puntualmente y no alcancen a coger las demás líneas en el centro de la ciudad, y, a pesar de todo, permita a las y los estudiantes estar presentes a en punto). Creemos que es indudable el mayor valor que aporta a las personas usuarias algo tan sencillo como la llegada varios minutos antes a la Universidad, y, por tanto, la consideramos una propuesta razonable, en tanto que no existan motivos de peso suficiente que impidan adelantar los horarios de esta forma.
Si ello no fuera posible o no fuera suficiente, para, por ejemplo, evitar la excesiva masificación que tiene lugar en estas líneas, particularmente en los trayectos con hora de llegada prevista para las 10:00, bien podría cumplir esta misma función la adición de un servicio de apoyo puntual a esa hora en cualquiera de las líneas. Si se hiciera así, podría plantearse que dicho trayecto de refuerzo tuviera prevista su llegada a las 9:55, en vez de a las 10:00. Lo mismo sería aplicable a cualquier otra franja horaria que demostrase estar igual de concurrida durante el curso académico 2020-2021.
Se trataría de una villavesa adicional en cualquiera de las tres líneas, o que, incluso, constituyese una línea independiente. Su trayecto podría limitarse a la última etapa, desde la Plaza de las Merindades hasta el Campus de Arrosadía, funcionando tan sólo durante los días lectivos de la universidad, y en los momentos del día en que se generan mayores problemas debido a retrasos, la abundancia de gente y el tráfico. Entre ellos, indudablemente, las horas en las que para la mayoría empiezan los turnos de mañana y tarde; a las 10:00 y a las 15:00, respectivamente.
CONCLUSIÓN
En conclusión, desde Parlamento Joven de Navarra/Nafarroako Gazte Parlamentua consideramos que las ideas planteadas son de posible aplicación y que su implementación mejoraría la calidad de los servicios prestados en materia de Transporte Urbano Comarcal. De este modo, se fomentaría su uso, aumentando el número de alumnos que hacen uso de las villavesas para acudir a la Universidad (o, por lo menos, no disminuyendolo), reduciendo el tráfico de la ciudad y el impacto medioambiental que este tiene por las emisiones de los vehículos privados.
Consideramos también que estas medidas podrían ser de utilidad ante la nueva situación sanitaria, en la que no es para nada recomendable el escenario de aglomeración.
Por todo lo anteriormente mencionado, el Parlamento Joven de Navarra/Nafarroako Gazte Parlamentua insta a la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona a tener en cuenta estas propuestas para el diseño de su estrategia para el nuevo curso.