INTRODUCCIÓN
La juventud es el colectivo social olvidado por excelencia. Tanto en el ámbito social, económico e incluso sanitario. Muchas veces se presupone que aquellas dificultades emocionales a las que se enfrenta un adolescente promedio son “cosas de la edad” y no se les da la importancia que realmente tienen.
Esto tiene que cambiar pues un trastorno mental mal diagnosticado, o directamente sin diagnosticar puede llevar a consecuencias fatales. Pretendemos con esta propuesta fomentar la atención a la juventud en lo que a salud mental se refiere y promover actitudes y dinámicas para favorecer una buena salud mental.
SITUACIÓN ACTUAL
Según los resultados de la Encuesta Nacional de Salud ENSE 2017(Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, 2017), más de una de cada diez personas de 15 y más años refirió haber sido diagnosticada de algún problema de salud mental (10,8%).
Previamente la Encuesta Nacional de Salud España 2006, llevada a cabo con el Cuestionario de Capacidades y Dificultades (Strengths and Difficulties Questionnaire, SDQ)1 indicó que entre el 19,2 y el 26,6% de los niños y adolescentes españoles de 4 a 15 años presentaban riesgo de sufrir problemas de salud mental (Fajardo, León, Felipe, y Ribeiro, 2012). Además, en base a la encuesta sobre juventud y salud elaboradas por Gobierno de Navarra (2016), las respuestas del Cuestionario de Salud General de Golberg (General Health Questionnaire GHQ-12)2 arrojan que el 15,8% de las personas está en riesgo de tener mala salud mental.
1 SDQ elaborada según Goodman, 1997.
2 GHQ-12 elaborada según Goldberg y Williams, 1988.
DEFINICIÓN DEL PROBLEMA Y OBJETIVOS
Solo a un número muy reducido de personas jóvenes se les ofrece la oportunidad de visitar a un especialista. Además, la falta de visibilización de esta problemática y su estigmatización lleva a que dicha oportunidad en la mayoría de los casos sea rechazada.
Los trastornos mentales derivan, a parte de en una sociedad más decaída y taciturna, en un mayor índice de bajas laborales y en general en un menor rendimiento. Por si no fueran pocos los prejuicios y el desconocimiento de este tipo de trastornos, estos se materializan frecuentemente en rechazo social y discriminación, impidiendo a estas personas el ejercicio de sus derechos.
PROPUESTA EN CLAVE DE SOLUCIÓN
Por todo lo expuesto anteriormente el Parlamento Joven de Navarra insta a las instituciones competentes a:
- Formar en educación emocional y prevención de enfermedades mentales al personal docente.
- Desarrollar charlas con dinámicas específicas para trabajar dicha cuestión e implantarlas en los centros educativos.
- Desarrollar una campaña de concienciación y sensibilización acerca del tema en cuestión.
- Reforzar los servicios de salud mental públicos que atienden a los y las jóvenes que no pueden acceder a servicios privados.
CONCLUSIÓN
Desde el Parlamento Joven de Navarra queremos luchar contra el estigma de la enfermedad mental para favorecer el bienestar global y la salud mental de las personas. Lo queremos hacer a través de la visibilización en el conjunto de la sociedad, haciendo entender que la salud mental es una parte inherente del bienestar de las personas.